Zona Ascenso – Semifinales Oro

Estamos en Problemas venció a Estrellados y es finalista de la Copa de Oro Ascenso. Cómo llegaron. EEP llegaba a este encuentro luego de superar en la instancia de cuartos de final a No se Suspende por Lluvia por 2-0. Mientras que Estrellados remontó una desventaja de menos 10 y dio vuelta la serie ante Basqueteros, consiguiendo de manera heroica el pase a la próxima instancia. Primer partido. Por el primer cruce de las semifinales de la Zona Ascenso Copa Oro, Estamos en Problemas (EEP) superó a Estrellados (EST) por 54-48. Fue un partido parejo a lo largo de los cuarenta minutos. Los dos equipos mostraron por qué llegaron a esta instancia y por qué se los considera candidatos a ganar es ascenso. En un partido cerrado, aquel equipo que cometa menos errores iba a ser quien se quede con el triunfo. EEP entendió eso y aprovechó cada oportunidad que su rival le otorgó. EST se equivocó y pagó. Aquellos errores tempraneros fueron letales y le costaron el partido. Ninguno de los dos podía imponer su estilo de juego y doblegar a su homónimo. Por el lado de EST, sus ofensivas descansaban en las manos de Agustín Caminos. El alero era determinante en ataque y punta de lanza de su equipo; Agustín consiguió 7 puntos casi consecutivos en el primer cuarto. EEP encontraba en el juego colectivo su principal virtud. Sin embargo, quien sobresalía sobre el resto era Tomás Manchini, quien era clave en ataque. En el primer partido EEP fue efectivo en defensa. Los de rojo se mostraron más compactos y pudieron controlar las ofensivas de su rival. En ataque mostraron efectividad desde el perímetro y de la mano de Nicolás Guaita pudieron despegarse en el marcador. EST no mostró tanta intensidad en defensa y dejó que su rival tome una leve ventaja. EEP controló las acciones a lo largo de los cuarenta minutos y pudo quedarse con el juego. Estrellados cometió algunos errores en defensa que le costaron el partido, y se fue a casa con las manos vacías.   Segundo Partido. Por el segundo cruce de las semifinales de la Zona Ascenso Copa Oro Estrellados dio vuelta la serie y venció a EEP por 46-40 y consiguió el pase a la final. Estrellados salió a la cancha con el cuchillo entre los dientes. Sabía que era una instancia de matar o morir y debía dejar todo en la cancha. Aquella desventaja de 6 fue rápidamente descontada y se pusieron a tiro en el marcador. Estamos en Problemas entró dormido. Se vio un equipo apático y con poca intensidad. Cedió terreno desde temprano y permitió que si rival se “agrande”. Estrellados tuvo como punto fuerte la actuación de Valentín Maier Antón. El base se hizo cargo de las ofensivas, manejó el ritmo del partido y dirigió a su equipo. En Nº 55 fue importante en ataque aportando 15 puntos, pero también fue importante ordenando la defensa de su equipo. Otro de los puntos destacados en el equipo ganador fue Agustín Caminos; el alero sumó 11 puntos en su haber y fue importante para la victoria. Por el lado de EEP, su máximo goleador fue Tomás Manchini con 11 tantos. El perimetral fue el único jugador de EEP que sobresalió en ofensiva y el único en superar la decena de puntos. Estamos en Problemas fue un equipo sin actitud. Se relajó por lo hecho en el primer partido y lo pagó caro. Estrellados dio vuelta la página, hizo borrón y cuenta nueva y pudo revertir la mala imagen del primer juego. De esta manera, se quedó con el pase a la final.   Místicos derrotó a Ni 1 Punto y pasó a la final. Cómo llegaron. N1P arribó a esta instancia luego de derrotar en el cruce de cuartos de final a Madakakas; los de naranja no tuvieron inconvenientes, barrieron la serie y ratificaron por qué fueron los primeros de la fase regular. Místicos, por su parte, superó a El Malvi en dos juegos y consiguió el pase a la instancia de semis. Primer partido. En cancha de Ciclista, Místicos (MSTC) se impuso a Ni 1 Punto (N1P) por 52-44 y pegó primero. Místicos fue superior a lo largo de los cuatro períodos. Todos los parciales favorecieron al equipo ganador, que mostró jerarquía y experiencia para quedarse con el triunfo. N1P poco tuvo que ver con aquel equipo que dominó a lo largo de la fase regular y apabulló a sus rivales para quedarse con el primer puesto. Los de naranja no tuvieron un buen partido y lo pagaron caro. Místicos sacó a relucir su chapa de candidato y de uno de los equipos más antiguos del torneo; de esta manera pudo quedarse con el triunfo y poner un pie en la siguiente instancia. Por el lado del equipo ganador, lo más destacado fue el juego colectivo; todos los jugadores aportaron su granito de arena para poder construir la victoria. El punto destacado entre tanta buena actuación fue Ariel Lifschitz; el base manejó los hilos de su equipo y los condujo hacia la victoria. Pensante, certero y con temple, Ariel fue clave en la victoria aportando goleo (15) y asistiendo a sus compañeros. Lucas Sucarrat (11) también fue decisivo, tanto aportando goles como también defendiendo. En N1P, por el contrario, las individualidades fueron lo que lo llevaron a la derrota. El equipo naranja fue un cúmulo de intenciones particulares por querer convertir, y en ningún momento se percató de qué era lo mejor para el conjunto. Acciones solitarias y fuera de contexto, fueron letales para el equipo derrotado y el principal factor de su derrota. En este torbellino de individualidades, sobresalió la actuación de Bruno Pasutti quien consiguió 12 puntos en su haber, seguido de cerca por Franco Degregorio con 10. Segundo partido. Místicos venció a N1Punto por 51-46 y pasó derecho a la final. Místico revalidó lo hecho en el primer punto de la serie. Fue más inteligente, supo identificar sus puntos fuertes y los potenció al máximo. Aplicó la misma fórmula que le dio resultado en el primer chico; el juego en equipo fue su arma principal y lo que lo llevó a la victoria. Solidaridad en ambos costados de la cancha fue lo que MSTC mostró y el porqué de su consagración. Ni 1 Punto pecó de inmaduro. Quiso nutrirse de sus talentos individuales y se quedó con las manos vacías. El equipo fue un cúmulo de voluntades individuales que no lograron ensamblar y tiraron para caminos diferentes, en lugar de fijar un punto en común e ir todos para el mismo lado. En el equipo ganador fue fundamental la actuación de Ariel Lifschitz. El base manejó el ritmo del partido y las ofensivas de su equipo. Supo cuándo correr la cancha y cuándo jugar estacionado. Fue importante en el goleo, aportando 22 puntos, pero también repartiendo asistencias y siendo patrón en defensa. Por el lado del perdedor, la actuación de Mateo Rochi no fue suficiente para dar vuelta la historia. Mateo sumó 16 puntos en su casillero personal, acompañado de un puñado de asistencia. Su experiencia y madurez, fueron puntos clave para mantener las ilusiones de su equipo; pero no fue suficiente para quedarse con la victoria.